sábado, 20 de abril de 2013

"Con el niño y mi caballo, vamos educando

  • Así se denomina la campaña de los Carabineros de la Policía Nacional que llega a las veredas y corregimientos con textos infantiles
Santiago de Cali, Valle del Cauca    . -    Al mejor estilo “Quijotesco”, la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional con sede en Tuluá, lleva la biblioteca de un municipio a otro, sea en área urbana o rural.
Con los caballos cargados de libros para atender la población estudiantil residente en los sectores rurales del centro y norte del Valle, se  llevan a lomo los conocimientos de grandes autores y maestros de la literatura colombiana, para interactuar en sus recorridos con los campesinos dedicados al cultivo de la caña de azúcar, los árboles frutales, el  arado de la tierra, la ganadería y demás actividades que promueven la economía de la región.
“La iniciativa surge como respuesta a la sentida necesidad de abrir espacios de interacción con la Policía Nacional que patrulla en caballo por sus alrededores y hacerse conocer de quienes  vigilan día y noche sus predios, mientras ellos disfrutan el descanso luego de extensas jornadas de trabajo, sin importar los cambios bruscos de temperatura”.
Bajo la sombra frondosa de un árbol, los carabineros promueven el gusto por la lectura en armonía con la naturaleza, para que los niños, niñas y adolescentes conozcan la historia heredada de los grandes héroes de la patria, los conceptos básicos de la doctrina policial y las maravillas de la imaginación, plasmada en los cuentos infantiles.
“Cada recorrido con la biblioteca escolar significa generar en la comunidad vallecaucana ambientes educativos y de integración social, dirigidos a los niños, niñas y adolescentes de las comunidades para que se fortalezca el gusto por la lectura y se mantengan los escenarios de recreación y esparcimiento, en campo abierto”.
Esta actividad de integración con la comunidad se complementa con la carpa educativa, en donde se hacen presentaciones actorales con las cuales se busca dinamizar su desarrollo emocional y social, representando la moraleja de cada cuento para que se lleven las enseñanzas a sus hogares.
El tapiz del pasto se convierte en su silla y el apero, en la biblioteca-caballo donde encuentran el conocimiento de conformidad a los gustos para cada edad. De ahí el eslogan: “Con el niño y mi caballo, vamos educando”.
Este se constituye en un trabajo coordinado con la especialidad de la Policía de Infancia y Adolescencia, los carabineros y las patrullas de la vigilancia comunitaria por cuadrantes, quienes llegan a determinados sectores de la población para promover contenidos pedagógicos en prevención.
Hasta ahora un centenar de niños han disfrutado del “biblio-caballo”, con los recorridos realizados por este grupo interinstitucional en jurisdicciones como Roldanillo, Tuluá, Buga, Florida y la próxima semana en Andalucía y la caballera, sector rural de Tuluá.

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