- Así se denomina la campaña de los Carabineros de la Policía Nacional que llega a las veredas y corregimientos con textos infantiles
Santiago de Cali, Valle del
Cauca . - Al
mejor estilo “Quijotesco”, la Dirección de Carabineros de la Policía Nacional
con sede en Tuluá, lleva la biblioteca de un municipio a otro, sea en área
urbana o rural.
Con los caballos cargados de
libros para atender la población estudiantil residente en los sectores rurales
del centro y norte del Valle, se llevan
a lomo los conocimientos de grandes autores y maestros de la literatura
colombiana, para interactuar en sus recorridos con los campesinos dedicados al
cultivo de la caña de azúcar, los árboles frutales, el arado de la tierra, la ganadería y demás
actividades que promueven la economía de la región.
“La iniciativa surge como
respuesta a la sentida necesidad de abrir espacios de interacción con la
Policía Nacional que patrulla en caballo por sus alrededores y hacerse conocer
de quienes vigilan día y noche sus
predios, mientras ellos disfrutan el descanso luego de extensas jornadas de
trabajo, sin importar los cambios bruscos de temperatura”.
Bajo la sombra frondosa de un
árbol, los carabineros promueven el gusto por la lectura en armonía con la
naturaleza, para que los niños, niñas y adolescentes conozcan la historia
heredada de los grandes héroes de la patria, los conceptos básicos de la
doctrina policial y las maravillas de la imaginación, plasmada en los cuentos
infantiles.
“Cada recorrido con la biblioteca
escolar significa generar en la comunidad vallecaucana ambientes educativos y
de integración social, dirigidos a los niños, niñas y adolescentes de las
comunidades para que se fortalezca el gusto por la lectura y se mantengan los
escenarios de recreación y esparcimiento, en campo abierto”.
Esta actividad de integración con
la comunidad se complementa con la carpa educativa, en donde se hacen
presentaciones actorales con las cuales se busca dinamizar su desarrollo
emocional y social, representando la moraleja de cada cuento para que se lleven
las enseñanzas a sus hogares.
El tapiz del pasto se convierte
en su silla y el apero, en la biblioteca-caballo donde encuentran el
conocimiento de conformidad a los gustos para cada edad. De ahí el eslogan:
“Con el niño y mi caballo, vamos educando”.
Este se constituye en un trabajo
coordinado con la especialidad de la Policía de Infancia y Adolescencia, los
carabineros y las patrullas de la vigilancia comunitaria por cuadrantes,
quienes llegan a determinados sectores de la población para promover contenidos
pedagógicos en prevención.
Hasta ahora un centenar de niños
han disfrutado del “biblio-caballo”, con los recorridos realizados por este
grupo interinstitucional en jurisdicciones como Roldanillo, Tuluá, Buga,
Florida y la próxima semana en Andalucía y la caballera, sector rural de Tuluá.
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