Bogotá D.C., Colombia . - La Policía Nacional con apoyo de las
autoridades locales y la Fiscalía, comenzó a ejecutar la orden del Presidente
de la República, Juan Manuel Santos, de derribar las edificaciones que amenacen
ruina, y estén convertidas en centro de acopio y distribución de
estupefacientes.
En 24 horas fueron derribadas 52
instalaciones, de las 89 identificadas inicialmente como focos de inseguridad.
36 construcciones estaban reportadas por las alcaldías locales, 2 por la
Dirección Nacional de Estupefacientes, y 14 las entregaron los mismos
propietarios, que fueron desplazados por la acción de los delincuentes.
En Barranquilla se realizaron 6
demoliciones, 5 en área metropolitana de Ibagué, 4 en municipios de Boyacá y 3
en Bogotá D.C; en las localidades de Suba, Kennedy y Usme. En la capital de la
República hay referenciadas otras 5 edificaciones que serán intervenidas en los
próximos días.
Esta cuarta fase de la ofensiva
nacional contra el microtráfico, deja 233 allanamientos en las denominadas
“ollas” y 43 extinciones de dominio a bienes utilizados para la venta de
estupefacientes. Desde que el Jefe de Estado impartió la orden de derribar los
expendios, las unidades policiales han capturado a 43 “jíbaros o
distribuidores”, que están en manos de la autoridad judicial competente.
El Gobierno tiene identificados
322 puntos críticos, donde se concentraron las mafias criminales dedicadas a la
comercialización de alucinógenos al menudeo. Allí la Policía Nacional mantiene
el compromiso de librar a la ciudadanía de factores que comprometan su
seguridad, mientras intensificará las labores de prevención, control y registro
en áreas residenciales, colegios, parques y zonas comerciales.
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