- Miles de internos en el país podrían realizar carreras técnicas homologadas por centros universitarios.
Guadalajara de Buga, Valle del
Cauca . - La población carcelaria en Colombia se ha
incrementado en más de un 300 por ciento durante los últimos diez años por lo
que es necesario contar con alternativas de resocialización y no solo continuar
incrementando el número de hechos punibles con reformas al código penal, como
tampoco se ha comprobado la verdadera efectividad de la última reforma al
código penitenciario, con la cual solo se busca descongestionar sin
resocializar.
De acuerdo con el candidato
Carlos Clavijo, No. 103 en el tarjetón electoral “la única verdad es el problema de
hacinamiento y de trato indigno que sufren los internos ya sean éstos
sindicados o condenados y quienes purgan su tiempo de condena en condiciones
infrahumanas que no ofrecen una alternativa viable en materia de
resocialización y por el contrario, estas personas incrementan su riesgo de
seguir por la senda del crimen sin un verdadero apoyo por parte del Estado”.
“Hay un sinnúmero de internos,
partiendo de una población carcelaria que sobrepasó los 120 mil en todo el
país, que tienen que dormir en pisos y gradas, solo teniendo como cama un trazo
de una tiza, que es lo que demarca el espacio que a esa persona le corresponde
para dormir en cualquier lugar, incluso al lado de inodoros u orinales debido a
lo infrahumano que se han vuelto este tipo de centros donde ocurre todo lo
contrario al deber ser de dichas instituciones, hoy adscritas al Inpec a nivel
nacional”, precisó el candidato Clavijo.
Adicionalmente, el candidato a la
Cámara con el No. 103 en el tarjetón, Carlos Andrés Clavijo, manifestó que “en
el país se equivocaron durante largo tiempo con las políticas públicas de
seguridad, estructurándose en materia de control pero no de prevención. Hay que
hacerle frente al desempleo con oportunidades para nuestros jóvenes que hoy se
están hacinando en las cárceles porque no cuentan con opciones distintas ni
oportunidades para brindarles verdaderos proyectos de vida a través de la
educación. Más del 50 por ciento de los internos, ya sean sindicados o
condenados, son jóvenes que se
encuentran en edad de estudiar entre los 19 y los 21 años, con los cuales se
podría iniciar un proceso de resocialización educativo”.
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