Vaticano, (ACI/EWTN Noticias) . - En una sorprendente e histórica decisión, el
Papa Benedicto XVI anunció hoy su renuncia debido a su avanzada edad (cumplirá
86 años en abril) por lo que, dijo, ya no tiene fuerzas para ejercer de forma adecuada
el ministerio petrino. El Santo Padre indicó que desde el 28 de febrero de este
año, a partir de las 8:00 p.m. (hora local), "la sede de Pedro quedará
vacante".
En una decisión que sólo él
conocía, ajena al resto de la Curia romana y con "plena libertad", el
Pontífice anunció su renuncia durante el Consistorio público para las
canonizaciones de los 800 mártires de Otranto, la Madre Laura, la primera santa
colombiana, y la Madre Lupita, de México.
Durante el Consistorio de esta
mañana, el Papa anunció esta "decisión de gran importancia para la vida de
la Iglesia".
El Decano del Colegio
Cardenalicio y por años Secretario de Estado del Vaticano durante el
Pontificado de Juan Pablo II, Cardenal Angelo Sodano, en unas emotivas palabras
luego del anuncio dijo: "estamos incrédulos ante sus palabras… En nombre
de todos nosotros los cardenales, estamos cercanos s usted en este momento como
lo hemos estado en estos 8 luminosos años de su pontificado".
"Recuerdo sus palabras
cuando aceptó su elección como Papa (…) hasta antes del 28 de febrero tendremos
tiempo para expresarle nuestro amor y afecto por usted y su pontificado como
seguro lo hará todo el mundo".
A continuación reproducimos el
texto completo del anuncio realizado por el Papa Benedicto XVI esta mañana:
"Queridísimos hermanos,
Os he convocado a este
Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para
comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia.
Después de haber examinado ante
Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad
avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.
Soy muy consciente de que este
ministerio, por su naturaleza espiritual, debe ser llevado a cabo no únicamente
con obras y palabras, sino también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Sin embargo, en el mundo de hoy,
sujeto a rápidas transformaciones y sacudido por cuestiones de gran relieve
para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el
Evangelio, es necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu,
vigor que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he de
reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue
encomendado.
Por esto, siendo muy consciente
de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al
ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por
medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de
febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro,
quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias,
el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Queridísimos hermanos, os doy las
gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a
mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora,
confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y
suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los
Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice.
Por lo que a mí respecta, también
en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con
una vida dedicada a la plegaria.
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