- La felicidad completa embarga a una familia del municipio de Riofrío, después de que el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali decretara la nulidad de un negocio jurídico donde se despojó un predio de 42 hectáreas y 8.800 m2. Estas tierras colindan con la hacienda Villa Paola, que perteneció a Henry Loaiza, conocido como alias ‘El Alacrán’.
Riofrío, Valle del Cauca . - La Sala Civil Especializada en Restitución de
Tierras del Tribunal Superior de la Judicatura de Cali resolvió ordenar la
restitución jurídica y material del predio Bellavista, ubicado en el municipio
de Riofrío. Por medio del mismo acto, se consideró impertinente la oposición
que se presentó en el proceso y se declaró sin valor, ni efecto jurídico, las
escrituras de venta del predio en mención.
El beneficiario, junto a sus
hermanos, ya ha sido objeto de restitución de otros predios aledaños, todos
colindantes con la reconocida hacienda Villa Paola, hoy en extinción de dominio
al principal condenado por la fatídica Masacre de Trujillo, Henry Loaiza, alias
‘El Alacrán’.
En esta ocasión, se trata de 42
hectáreas y 8.800 m2 destinadas por su legítimo dueño al trabajo con ganado,
como principal actividad económica; de la cual dependía tanto él como su
familia.
El solicitante debió soportar un
secuestro de cinco días en 1991 donde fue obligado a firmar documentos para el
traspaso de los otros predios que estaban a nombre de él y sus hermanos. Tres
años después, en 1994 fue abordado nuevamente vía telefónica para que asistiera
a una cita con el fin de aclarar la situación de los predios ya despojados, de
los cuales era copropietario junto a sus hermanos, y la de Bellavista.
Con preocupación cumplió la cita,
pero sintió que el tono de la reunión fue amenazante y firmó los documentos
donde supuestamente vendía el único predio que le quedaba, y por el que había
adquirido una hipoteca.
Después de esta situación y ante
las constantes amenazas recibidas, decidió abandonar el municipio y alejarse
con su familia, dejando atrás el patrimonio por el que tanto trabajó y los
sueños de hacer productiva esa tierra; no solo para él, sino para la comunidad,
debido a su vocación de labor social.
Estando en otra ciudad más grande
y con tradiciones muy diferentes a las que estaba acostumbrado, resolvió
preguntar por su predio. En ese momento se percató de la transferencia que
figuraba ante la Notaría y la Oficina de Instrumentos Públicos, dejándolo aún
más triste y sin ningún patrimonio.
Al enterarse de la política de
restitución, este hombre decidió confiar en el Estado y hacer la solicitud para
recuperar sus tierras. Hoy, con la Ley 1448 de 2011, 20 años después, siente
que este Gobierno le cumplió y le devolvió algo más que la tierra, despojada a
través de amenazas y hechos victimizantes que atentaron contra su dignidad y la
de su núcleo familiar.
Los magistrados encargados de
resolver este caso también ordenaron, como en otras sentencias de
restitución, la reparación integral y
los beneficios que otorga la ley en sus componentes de alivio de pasivos;
salud; proyectos productivos; asistencia
técnica y adecuación de tierras; al igual que acompañamiento psicosocial y
protección de la Fuerza Pública para el retorno y su permanencia en el predio.
Esta sentencia constituye un
logró más para la Unidad de Restitución de Tierras, adscrita al Ministerio de
Agricultura. No solo se devolvieron las tierras a una víctima de despojado por
la violencia, sino la felicidad a una familia entera que ahora podrá retornar
al campo.
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