Bogotá D.C., Colombia . - La
presidenta del Polo Democrático Alternativo, Clara López Obregón, reiteró hoy
la necesidad de que la guerrilla entregue sano y salvo al General Alzate y sus acompañantes, que el Gobierno
regrese a la mesa de negociaciones y que se aboque el tema de una tregua
bilateral para proteger el diálogo.
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| Clara López Obregón |
Sobre la delicada situación por
la que atraviesa el proceso de paz, la presidenta del Polo emitió la siguiente
declaración:
Con la autoridad moral que me
asiste por haber dado mi voto de confianza en la segunda vuelta
presidencial al proceso de negociaciones
de La Habana, junto con miles y miles de
colombianos y colombianas, para garantizar su continuidad y éxito, elevo mi voz
de exigencia a las partes para que:
1. Los insurgentes de las FARC
hagan entrega sano y salvo del General Alzate y sus acompañantes, sin
dilaciones y con el acompañamiento internacional más idóneo para el caso.
2. El Gobierno retome los diálogos
a sabiendas de que mientras se negocie en medio del conflicto, corre el riesgo de que hechos de guerra
afecten de manera negativa las conversaciones, por lo que para resguardar el
proceso llegó el momento de concretar una tregua bilateral mientras se concreta
el cese de hostilidades.
3. Tanto la insurgencia como el
Gobierno adopten en esta crisis una actitud de prudencia y cautela para evitar
hechos que pongan en peligro la continuidad de los diálogos, cuidando el
lenguaje, ateniéndose a la verdad y
comunicándola de manera franca a la ciudadanía.
De igual forma, frente a la polarización que rodea a los
diálogos hago una invitación a todos los sectores de la opinión nacional a que
cuidemos nuestro lenguaje y demos ejemplo de la serenidad requerida para superar
esta crisis que debe servir para continuar las negociaciones y llevarlas a una
feliz culminación con celeridad.
No
hay nada más estratégico en materia del derecho a la vida, al desarrollo y a la
convivencia pacífica del pueblo colombiano que ponerle fin al conflicto armado
de manera negociada y evitar que se sigan enlutando los hogares de nuestros
compatriotas. Sólo la finalización del conflicto ofrecerá las condiciones para
la ampliación de la frágil democracia que requerimos para movilizar al pueblo
colombiano alrededor de las reformas económicas, sociales, políticas y
culturales necesarias para la construcción de una paz duradera fundada en la
reconciliación entre todos y todas
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