- El guerrillero era considerado pieza clave del Bloque Oriental de las Farc
- Relegado y enfermo se habría registrado su deceso
- La información fue conocida por inteligencia militar
Bogotá D.C., Colombia . - Alias
Darío Huesitos, cabecilla principal del frente 40 y pieza clave del estado
mayor del Bloque Oriental de las Farc, habría fallecido producto de la diabetes
y los problemas cardiacos que adquirió como consecuencia de las inclemencias de
la selva donde se encontraba replegado por las constantes operaciones militares
dirigidas hacia él.
La Fuerza de Despliegue Rápido,
unidad que desde el año 2000 venía liderando operaciones ofensivas como la
Platón y destructor encaminadas a la neutralización del cabecilla máximo del
frente 40 de las Farc, arreciaron las acciones ofensivas contra alias Darío
Huesitos que para el año 2010 es diagnosticado con Diabetes, situación que lo
llevó a usar constantemente insulina para evitar caer en estados de coma
diabético como sucedió en varias ocasiones, posteriormente en el año 2013 le
detectan una falla cardiaca que lo obliga al consumo diario de cardioaspirinas
y el constante acompañamiento de una enfermera en vista de la imposibilidad de
salir del área de injerencia para recibir atención médica especializada que
posteriormente desencadenó en su deceso.
Para hablar del prontuario
delictivo de alias Darío Huesitos debemos remitirnos a la antigua zona de
distención donde se destacó por ser el ecónomo general de las Farc, estatus que
adquirió rápidamente luego de ganar la confianza de Manuel Marulanda Vélez
alias Trio Fijo después de pertenecer por más de 12 años a la seguridad
personal del extinto comandante guerrillero.
Su rápida escalada en el grupo
armado ilegal se debió a su habilidad con el manejo del dinero y la frialdad
para desarrollar acciones terroristas que lo caracterizaron desde su ingreso en
Noviembre de 1982 a las filas del frente séptimo de las Farc, donde alcanzo el
cargo de cabecilla de escuadra, posteriormente fue asignado como cabecilla del
Frente Abelardo Romero hasta 1997 año en el cual es enviado al estado mayor del
Bloque Oriental para realizar curso de estado mayor de frente, cinco años
después asumiría el mando del frente 40, donde se encargaría de recaudar y
distribuir el dinero producto de extorciones, boleteos y narcotráfico hacia
otras estructuras armadas ilegales, logrando posicionarse como una de las
piezas claves para la coordinación logística del Bloque Oriental de las Farc en
el departamento del Meta.
Durante sus 32 años en las Farc,
alias Darío Huesitos participo en innumerables acciones terroristas contra
efectivos de las Fuerzas Militares y la población civil dentro de las que se
destacan; el asalto a la población del municipio de Miraflores en el
departamento del Guaviare en Agosto de 1995, el secuestro concejal Delio Franco
Jojoa y el candidato a la alcaldía Pablo Emilio Rojas, en el municipio de San
José del Guaviare en Septiembre de 1997. Así mismo participo en las tomas
guerrilleras de la base Militar del Billar (Caquetá), el puesto de Policía de
Mitú (Vaupés) y el Puesto de Policía en el municipio de Puerto Rico en el Meta.
En 2001 participio en el asesinato de 15
campesinos en las poblaciones de Guacamayas, El Resbalón y Puerto Ospina en el
departamento del Guaviare, en 2004 se le atribuyó su participación en el
asesinato de otros 16 campesinos en distintos puntos de este mismo
departamento.
La instalación de campos minados
era otra de sus características principales, situación que no solo afectó a los
integrantes de las Fuerzas Militares si no que dejó sin vida a varios
campesinos de la región, dentro de los que tristemente se destaca la muerte de
cuatro menores de edad al activar accidentalmente un campo minado instalado por
miembros del Frente 40 de las Farc, en zona rural de las veredas Alto Andes y
Ventiadero el tres de Junio de 2002.
Su poder criminal aumentó con la
confianza que depositaron en él los integrantes del Estado Mayor del Bloque
Oriental para manejar grandes sumas de dinero producto del narcotráfico y las
actividades ilícitas que desarrollaba en su área de injerencia que abarcaba los
municipios de Uribe y Mesetas (Meta), con desplazamientos hacia el municipio de
La Macarena, sobre la inspección de La Julia, veredas La Paz, La Pista, El
Porvenir, Palmeras, La Espelda, La Belleza, La Horqueta, Las Vegas del Duda,
ríos Duda, Santo Domingo, Caño Negro, área general parque el Tinigua y la
serranía de la Macarena.
Este mismo poder lo llevo a
ordenar en reiteradas ocasiones la práctica de legrados a varias de sus subordinadas,
quienes lo señalaron de abusar constantemente de las mujeres del frente, valiéndose
de su nivel de mando.
En el presente año las capturas
de alias Willintong, primer cabecilla del frente Vladimir Estiven y Efrén
Suarez alias Chollo, uno de sus hombres de confianza, sumado a la
desmovilización de varios hombres que integraban anillo de seguridad, entre los
cuales se destaca alias Robinson Cabecilla del Frente Policarpa Salavarrieta y
alias Ferney Picudo jefe de inteligencia y segundo comandante del frente 40 de
las Farc, obligaron a Darío Huesitos a internarse aún más en la selva huyendo
del cerco que efectivos de la Fuerza de Despliegue Rápido tenían sobre él.
Según fuentes de inteligencia, el
grave estado de salud sumado a la constante presión militar que lo llevo a
replegarse permanentemente durante dos años las selvas del Suroriente
Colombiano, fueron los factores decisivos para el fallecimiento durante el
pasado mes de Mayo de este cabecilla de alto valor estratégico para la
Organización narco terrorista de las Farc.
Con el deceso de alias Darío
Huesitos, el Bloque Oriental de las Farc pierde un cabecilla importante en el
soporte logístico para el cumplimiento del Plan Estratégico y demás planes
armados con los que pretendían afectar a la Fuerza Pública y la población
civil, así mismo pierden uno de los hombres más importantes para la
administración del sistema de financiamiento ilegal de las estructuras del
Duba, exponiendo una vez más la decadencia en la que se está sumiendo el Bloque
Oriental luego de los contundentes golpes que las Fuerzas Militares asestan
continuamente a sus cabecillas de alto valor estratégico.
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