Santiago de Cali, Valle del Cauca . - “La
vulnerabilidad sísmica de las construcciones vallecaucanas es evidente”,
concluyó al cerrar un debate de control político sobre gestión de riesgo
sísmico, la diputada citante Amanda Ramírez Giraldo. Aunque el ente responsable de la Gestión del
Riesgo no acudió, en presencia del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y la Defensa
Civil se presentó el más reciente Estudio de Sismicidad, que arrojó que el 87%
de los colombianos se encuentra bajo un nivel de amenaza sísmica apreciable: el
39.7% habita en zona de alto riesgo y el 47.3% en zona de riesgo intermedio.
El Valle del Cauca no es ajeno a
la situación, especialmente Cali por la zona de inundación del río Cauca. “El valle geográfico es una planicie cruzada
por varios ríos, que en un proceso lento de erosión depositó suelos finos,
arcillas, limos y arenas, que hoy predominan”, precisó el Ingeniero Mauricio
Domínguez profesor de la Escuela de Arquitectura y del Laboratorio de
Estructuras de la Universidad del Valle.
“A esta localización, se suman la vulnerabilidad de las edificaciones,
la mala calidad en el diseño y la desactualización de las normas sismo
resistentes”, dijo. En esto último por
ejemplo, no se cumple con la separación sísmica mínima entre edificaciones
colindantes y es constante el mal manejo de los elementos no
estructurales. “En resumen, la gestión
del riesgo no existe, ni tampoco la estrategia de respuesta frente a una
calamidad”, denunció el diputado Argirio de Jesús Villegas Ramírez.
De acuerdo con el experto, hay
que orientar el trabajo en: un proyecto de inyección bacterial y otro de
cultura sísmica. Sobre lo primero
adelantó que “el método consiste en inyectar el Bacylus Pasteurii para reforzar
los suelos licuables contra los terremotos, ya que se encuentra de manera
natural y genera calcita en suelos arenosos, esta calcita rellena los huecos
entre los granos sueltos convirtiendo los suelos inestables en rocas. Ya se han realizado pruebas a escala, y en un
futuro se utilizarán con simuladores de terremotos”.
El proyecto de cultura sísmica
consiste en una campaña de divulgación científica y tecnológica sobre sismo
resistencia de las edificaciones, en especial de viviendas, que pueda ser entendida y
asimilada por la población que vive en
zonas de amenaza sísmica. Se
usaría el laboratorio de estructuras y un simulador sísmico portátil, cobijando
a 615.981 habitantes en un área de 12.188 kilómetros en los municipios de
Buenaventura, Dagua, Calima-El Darién, Restrepo, La Cumbre, Vijes, Yotoco,
Riofrío, Trujillo, Bolívar, Roldanillo, La Unión, El Dovio, Versalles, Toro,
Argelia, El Cairo, El Águila y Ansermanuevo.
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